Renove Tarragona 2018

Un viernes por la tarde, septiembre, parece que el verano ya ha acabado, ¡pero no! Un gran finde se acerca, Cambrils, más de 20 de nuestros socios junto a otros 100 AEGEEANS de distintas ciudades y….uno de los eventos de AEGEE más esperados del año, ¡UN SUPER RENOVE!

 

Poco a poco fuimos llegando todos los socios de AEGEE Zaragoza a Cambrils, allí nos reencontramos con amigos que hacía tiempo que no veíamos, y además conocímos a nuestros miembros más nuevos, que después de irse de Summer University vienen con ganas de comerse el mundo.

 

Una vez instalados, cenamos y nos preparamos para la primera gran noche con un atuendo que representase a nuestra ciudad, un cachirulo, camisetas rojas, camisetas I love Jamón… lo que fuese. Ya listos tuvimos una super presentación del evento hecha por AEGEE Tarragona, a los cuales les damos las gracias por todo el esfuerzo que han puesto en este evento. Como en las olimpiadas, cada antenna recibió un halago antes de hacer una presentación, nosotros entonamos la frase que más nos gusta de Los Berzas.

 

Después de esta presentación, ya estaba todo listo para una noche inolvidable, aunque pocos de nosotros recordamos toda la noche.

 

A la mañana siguiente, y costase lo que costase, había que levantarse para aprovechar al máximo el día. Por la mañana tuvimos sesiones formativas sobre qué es AEGEE mediante juegos como el Times Up o un Quién quiere ser millonario adaptados. Después de esto tuvimos reunión todos los miembros de AEGEE Zaragoza que estabamos alli para poder conocernos mejor y contar batallitas. No fue nada mal porque de esta reunión salieron unos organizadores súper motivados para nuestro próximo LTC (Local Training Course) y un poco de barro, como es costumbre.

 

 

Después de descubrir dónde estaba escondida la zona del Coffe Break, continuamos con las sesiones que, esta vez, nos enseñaron a escribir una buenísima motivation letter que nunca nos podrían rechazar y a vender AEGEE cuando estemos en busca de trabajo. Una vez aprendido todo lo que teníamos que aprender, ¡era hora de comer! Había que coger fuerzas porque esa tarde venía con curvas. Algunos echando la siesta, otros a remojo en la piscina, pero todos vestidos con la camiseta color pistacho del evento nos juntamos en el polideportivo para la foto de familia y dar comienzo a la gymkhana más competitiva de Tarragona.

 

Botes de cacao, barreños con agua, harina, sangría y más hielos que en el bautizo de Pingu fueron los protagonistas de esta actividad, bueno… al menos los protagonistas de las manchas de nuestras camisetas. Con espíritu de equipo y con hits del siglo pasado como banda sonora, fuimos de prueba en prueba haciendo lo que ben podíamos mientras los organizadores pasaban un buen rato. Después de reírnos un montón tocaba pasar por las duchas, piscina y comedor para descansar un poco y comer algo. Ahora venía lo gordo, ¡comenzaban las olimpiadas!

 

 

Todos disfrazados de deportistas de élite, aunque algunos poco disfraz necesitaban, para comenzar la fiesta de esa noche. Mucho descontrol y poco sentido del ridículo podría ser el título de la noche.

 

A la mañana siguiente, atrapados por las sábanas, tuvimos que soportar la ira de los helpers que habían echado el guante a un gran altavoz que paseaban por las habitaciones. El día había salido nublado pero para comentar qué tal había ido el evento, con qué sabor de boca nos habíamos quedado, etc. no había problema, aunque no pudimos hacer los juegos en la playa que estaban programados. Cambiamos la arena catalana por el agua clorada de la piscina, pero la diversión fue la misma.

 

El mejor punto y final que pudo tener el evento ocurrió tras comer, algunas antennas habían sido descuidadas y habían perdido sus mascotas y banderas así que ahora tenían que pagar. Qué cómo es que a nosotros no nos robaron nada? Es fácil si te olvidas la mascota y bandera en Zaragoza. Poco a poco, cada mochuelo volvió a su olivo. Zaragoza en la carretera, con Miliki en los altavoces y botellas de agua por doquier para pasar la resaca, volvía con ganas de seguir asistiendo a eventos y preparando los nuestros, que tan buenos momentos nos ofrecen. ¡Hasta la próxima, Tarragona!